Soportar el vacío existencial en nuestro tiempo

El vacío existencial es una sensación de falta de sentido, propósito o dirección en la vida. Es una experiencia que puede afectar a cualquier persona, pero que suele ser más frecuente y profunda en los hombres.

¿Por qué los hombres sufren el vacío existencial?

Una posible explicación es que los hombres han sido socializados para asumir roles de proveedores, protectores y líderes, que implican una gran responsabilidad y exigencia. Estos roles pueden generar estrés, frustración y soledad, especialmente si no se corresponden con los deseos, valores o necesidades personales de cada uno.

Además, los hombres suelen tener menos espacios y recursos para expresar sus emociones, dudas o miedos, ya que se les ha enseñado a ser fuertes, independientes y autosuficientes. Esto puede dificultar el reconocimiento y la búsqueda de ayuda ante el vacío existencial.

Otro factor que puede influir en el vacío existencial de los hombres es la tendencia a ocultar Esta experiencia ante las mujeres y los niños. Esto puede deberse a un sentido de protección, cuidado o amor hacia ellos, pero también a un miedo a mostrar vulnerabilidad, debilidad o fracaso. Esta actitud es la creación de una verdadera masculinidad, porque soportar el vacío existencial es mostrar el verdadero amor, sus parejas e hijos.

¿Cómo enfrentar el vacío existencial?

No se afronta, solo se recorre. Existir implica enfrentarse a la realidad de que cada uno de nosotros es único e irrepetible, y que nadie puede vivir nuestra vida por nosotros. Esto nos lleva a reconocer que somos responsables de nuestras decisiones y acciones, y que debemos asumir las consecuencias de las mismas.

Ser conscientes de esta soledad existencial nos permite valorar nuestra libertad y nuestra dignidad, pero también nos exige un compromiso ético con nosotros mismos y con los demás. Solo así podremos encontrar un sentido a nuestra existencia y trascender nuestra condición finita.

Compartir nuestra experiencia del vacío existencial con las mujeres y los niños que forman parte de nuestra vida, sin pretender victimizarse y ni resolverla por ellos. Esto puede favorecer la confianza, la comunicación y el crecimiento mutuo.

La vida es un viaje lleno de retos, obstáculos y oportunidades.

A veces podemos sentir que nuestro camino es demasiado duro, que sufrimos más de lo que merecemos, que no encontramos sentido a nuestra existencia. Sin embargo, esta percepción es solo una forma de interpretar la realidad, no la realidad misma.

Podemos elegir ver nuestro camino como una oportunidad de crecer, aprender, creatividad y superarnos. Podemos encontrar alegría y gratitud en las pequeñas cosas, en las personas que nos acompañan, en los momentos que nos hacen sentir vivos. Podemos aceptar el dolor como parte inevitable de la vida, pero no como su esencia. Podemos transformar el dolor en amor, en compasión, en esperanza. Así, nuestro camino de existencia dejará de ser doloroso y se convertirá en una aventura apasionante.

El vacío existencial es un desafío que nos invita a replantear nuestro sentido de la vida. No es algo que debamos temer ni evitar, sino enfrentar con valentía y honestidad. Solo así podremos encontrar nuestro lugar en el mundo y vivir con plenitud.

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