Nada ni nadie agota tu realidad: Cómo superar el cansancio emocional y recuperar tu fuerza interior

El cansancio emocional es algo que muchos hemos experimentado en algún momento de la vida. Nos sentimos agotados, sin energía y sin ganas de seguir adelante. Pareciera que nuestras fuerzas se han acabado y ya no podemos más.

Sin embargo, es importante recordar que nada ni nadie puede agotar por completo nuestra realidad interior. Somos más que cualquier experiencia por la que hayamos pasado, más que cualquier circunstancia que nos haya tocado vivir. Dentro de nosotros existe una fuerza que va más allá de lo externo.

El peligro de identificarnos con la experiencia dolorosa

Cuando pasamos por una experiencia difícil o traumática, es común que esta experiencia comience a formar parte de nuestra identidad. Nos etiquetamos a nosotros mismos de acuerdo a lo sucedido. “Soy una víctima”, “soy una persona fracasada”, “ya no sirvo para nada”.

Caer en este tipo de identificación negativa es muy peligroso, pues reafirma nuestra sensación de agotamiento y nos mantiene atrapados en un círculo vicioso de autocompasión y desesperanza. Es bucle infinito en recordar la situación dolorosa en nuestro presente y sentirse culpable. Dejamos de vernos como seres integrales, con infinitas posibilidades más allá del sufrimiento.

En lugar de esto, es importante recordar que ninguna experiencia, por dolorosa que sea, puede agotar nuestra realidad interior. Seguimos siendo nosotros, con nuestra esencia intacta, más allá de las circunstancias externas. Nos perdemos de nuestro centro, nuestra conciencia y nuestro ser espiritual, solo para estar perdidos en el tiempo de nuestro dolor.

Elaborar, procesar, resignificar y transformar nuestra historia

Salir del agotamiento emocional requiere que elaboremos, procesemos, resignifiquemos y finalmente transformemos nuestra historia y nuestra forma de contarla. En lugar de vernos como víctimas indefensas de lo sucedido, podemos reescribir la narrativa de modo que resaltemos nuestra fortaleza.

✅ Elaborar

Consiste en permitirnos sentir y expresar todas las emociones que aún cargamos con respecto a esa experiencia, sin juzgarnos. Es normal sentir dolor, miedo, rabia, frustración. No debemos reprimir estos sentimientos, sino acogerlos con compasión.

📚 Procesar

Significa entender a un nivel más profundo lo que ocurrió, reflexionar con calma sobre ello, extraer aprendizajes. Puede ser útil hablar sobre ello con personas de confianza, o escribir nuestros pensamientos en un diario. Pero lo más eficaz es el dialogo interno, deja que la ola de pensamiento te invada y recuerda que eso ya sucedió.

📂 Resignificar

Es darle un nuevo significado a lo vivido, uno que ya no nos lastime sino que nos fortalezca. En lugar de preguntarnos “¿Por qué me pasó esto a mí?”, podemos preguntarnos “¿Para qué tuve que vivir esto? ¿Qué puedo aprender que me sirva para mi crecimiento?”.

Y las respuestas son siempre en positivo, recuerda encontrar lo más agradable de tu historia, un ejemplo, si viviste abandono por parte de tus padres, puede decirte que gracias a estar solo te permitió estar contigo mismo y la soledad es una oportunidad para observarte, hablarte, pensarte y crearte.

🦋 Transformar

Finalmente, la transformación sucede cuando logramos integrar esta experiencia a nuestra historia vital de un modo aceptación, sin luchas con ellas, sin negarla pero sin dejarnos definir por ella. Ahora esta experiencia se convierte en una muestra más de nuestra capacidad de superación.

Construir una nueva narrativa basada en nuestra fuerza interior

Parte de salir del agotamiento emocional es cambiar la forma en que nos contamos nuestra propia historia. En lugar de vernos como víctimas indefensas, podemos resaltar nuestra fortaleza interior, nuestra capacidad de supervivencia y de crecimiento.

Podemos decirnos a nosotros mismos: “Soy más que esto que me pasó. Tengo recursos internos, tengo creatividad, tengo poder personal”. Reconocer nuestra fortaleza innata es esencial para recuperar la vitalidad.

Nada ni nadie puede eliminar por completo quienes somos en esencia. Siempre existe la posibilidad de sanación, siempre podemos conectar con esa parte de nosotros que está más allá de cualquier circunstancia externa. Cuando logramos hacer esto, recuperamos nuestra fuerza vital y podemos continuar creciendo a pesar de los golpes de la vida.

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